Regulo Rico

Régulo Ramón Rico Lugo viene al mundo el 30 de marzo de 1877, en el Guatire bucólico, donde la placidez y el encanto de la vida cotidiana constituyen el escenario donde se desarrolla este hombre de trascendencia universal, cuya formación artística estuvo influida por un profundo sentido religioso.

Fue muy joven, cuando apenas contaba la edad de 12 años que sus padres se interesan porque este niño estudiara música, qué intuición; no pudo ser más acertada la escogencia de don Pedro Rico y doña Rufina Lugo de Rico, para que este joven volcara sus inquietudes artísticas, que con el correr de los años vendría a constituir, sin duda, el músico más relevante de nuestro terruño en esa época, que junto con otros nombres como el de Enrique León y Julián Tovar nos proyectan en el concierto de pueblos cultos a principios del siglo XX.

La cultura del maestro Régulo se puede decir que la adquirió con base a su propio esfuerzo, autodidacta que supo aprovechar las primeras enseñanzas de quienes fueron sus guías iniciales: Demetrio Farías y Enrique León, un autodidacta de rasgos muy característicos.

A muy corta edad adquiere la responsabilidad actuando como maestro de capilla, apenas contaba 17 años; desde entonces, hasta muy avanzado en su enfermedad lo oiríamos con su voz de tenor abaritonada acompañando los cantos litúrgicos de la misa diaria y en ocasiones especiales al frente de su orquesta La Sociedad Filarmónica fundada en 1901, o a la Estudiantina Santa Cecilia fundada en 1928.

Acompañó en estas mañanas frías, en la otrora iglesia de tres naves y de rasgos coloniales, desde el coro, y en la lengua que la Iglesia católica permitía, el latín, la misa; se inicia como maestro de capilla con el padre Istúriz y quienes le suceden: padre Pablo López, Luis E. Mendoza, Manuel Monteagudo, el padre Soto, Tomás R. Galíndez, Augusto Laboren y por último el padre Mariano Marianchich. Maestro de generaciones.

Son varias las generaciones que el maestro formó, no sólo en el arte de la música, sino también como maestro de la Escuela Municipal; por muchos años ejerció la docencia, y quienes fueron sus alumnos siempre recuerdan su gran personalidad, su carácter recio y su bondad para enseñar.

Entre los músicos que formó podemos recordar: Vicente Emilio Sojo, destacado compositor y Director fundador de la Orquesta Sinfónica Venezuela y el Orfeón Lamas, Elías Centeno, Jesús Álvarez, Francisco Antonio Palacios, Evaristo Milano, Claudio Rico (su hermano), Delfín y Melecio Barcía Barba, Julián Tovar, Isidoro Emilio Gámez, Rafael Vicente Borges, Manuel Milano, Isaías Reverón, Francisco Correa; y los que pertenecen a esta generación, entre los que destacan: Pedro Muñoz Director fundador de la Escuela de Música Enrique León, Delfín I. García, Saturnino García, excelente violinista, Pedro Luis Rico, César Gil, Miguel Ángel Rosas, Luis y Gustavo Delión, Simón Utrera, Alciro Palacios, Ignacio y Fermín Gómez. El maestro Rico fue un incansable compositor, de una incomparable fecundidad, prefiriendo siempre la música litúrgica; tenía como favorito entre los clásicos europeos a Beethoven, Mozart y Bellini; a Lamas y Montero entre los venezolanos.

Entre sus composiciones se destacan misas, motetes, sinfonías, canciones, valses e himnos. Al ocuparnos de este gran guatireño que muere el 20 de marzo de 1960, lo hacemos con gran respeto , así queremos rendir homenaje eterno al guía de nuestra agrupación coral de quien estamos orgullosos en ostentar tan insigne nombre. El Orfeón Régulo Rico es un justo y perpetuo reconocimiento al Maestro de maestros.

Biblioteca Digital TereTere

2 comentarios sobre “Regulo Rico

  1. excelente información… ustedes debería seguir subiendo información de este tipo para que los estudiantes de música tengan a la disponibilidad la vida y obra de tanto musico venezolano que desconocemos… Exitos.,..

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